La política de Estado del intendente Pablo Mirolo respecto a la Salud y llevada adelante por la directora de dicha área, Roxana Figueroa, está enfocada no sólo a la atención de enfermedades del cuerpo sino también de la mente, adicciones, y tantos otras patologías que día a día afectan a las personas.
Es por ello que en los CAMM está implementado el servicio de psicología. En uno de ellos, el ubicado en Villa Elena, desarrolla sus funciones la licenciada Marilín Trejo, quien cumple un rol muy importante para los habitantes de la zona, por la cantidad de casos de drogadicción, violencia familiar, entre otros, que debe tratar.
“A partir de una iniciativa de la directora de Salud, Roxana Figueroa, se decidió priorizar la salud mental, que estaba dejada de lado, para llegar a la comunidad, a los hogares, prestando servicio desde la comunidad misma. La salud mental tiene un gran impacto en las diferentes enfermedades físicas como así también éstas en la salud mental, por lo que es un criterio fundamental el asumido por el Municipio y la Dirección de Salud”, destacó la profesional.
Adicciones
Cuando hablamos de salud mental no podemos dejar de hablar de adicciones, un tema candente en nuestras sociedad, cada vez más personas llegan al consumo, sobre todo adolescentes, por eso es importante trabajar teniendo en cuenta que la adicción es un problema multicausal, ya que están involucrados factores sociales, familiares, psicológicos, por lo que no es el problema de un sujeto sino del sujeto y su entorno.
Respecto a la situación actual que se vive en el país, pero sobre todo en La Banda, Trejo destacó: “Se ha visto un crecimiento muy grande en cuanto al consumo y por ahí pensamos sólo en las drogas ilegales, pero también hay drogas legales y ahí es donde debemos replantearnos cuánta tolerancia tenemos como sociedad en el consumo de alcohol, por ejemplo, que está naturalizado o aceptado y es ahí donde ya tenemos que hablar de un riesgo, porque hay dependencia, la persona que consume alcohol cambia su conducta y funcionamiento, hay una repercusión directa en el sistema nervioso central, por eso es importante la información y la concientización, porque a veces en referentes familiares existe el consumo de alcohol o el juego compulsivo y esas conductas favorecen a que un adolescente quede expuesto al consumo de otras sustancias. Como sociedad deberíamos replantearnos esto, porque cada vez hay más facilidades para el acceso a las drogas”.
“En cuanto a la zona donde está este CAMM diariamente, especialmente es esta esquina que es simbólica para ellos, se reúnen los adolescentes en condiciones de consumo evidenciando un deterioro importante, tanto que no hay un registro del resto del mundo, porque por ahí una persona que consume se oculta, pero cuando está tan naturalizado no le importa nada y eso se ve todos los días”, señaló.
Consultada sobre quiénes asisten al servicio respondió que “aquí quienes consumen no llegan directamente a pedir una consulta psicológica, llega porque se ven afectados en su salud, ahí es cuando se detectan los casos y se trabaja tratando de atraer a la persona para ayudarla. Es una tarea que se hace muy de abajo, muy despacio”.
Sobre cómo se asiste a las personas adictas desde el CAMM, la licenciada explicó que “lo que permite llegar a esas personas es trabajar en conjunto con el médico clínico del CAMM, porque hay que tener en cuenta que el adicto casi nunca asiste consulta, por eso a partir de la familia se puede acceder a detectar casos y eso nos permite trabajar con quienes asisten por patologías físicas e indagar con el clínico cuál es la situación familiar”.
Señales de alerta
Las personas que consumen comienzan a aislarse, hay un deterioro en lo que es su interacción social, “los padres deben estar atentos a los cambios bruscos en los chicos, en sus actitudes, si se pierden cosas en la casa, si el chico se aísla, si ha cambiado su imagen personal, esos son factores protectores a tener en cuenta porque permite detectar precozmente un consumo, porque cuánto antes se trate mejor pronóstico tiene”, explicó la licenciada Trejo.
Asimismo recalcó que “desde la atención primaria se puede hacer prevención no estamos en condiciones de hacer un tratamiento, sí detectar casos, tratar de llegar a la persona que consume. El trabajo en red es fundamental, trabajando a la par del médico clínico, para que éste en sus intervenciones detecte situaciones que pueden considerarse como una alerta, y acercar a esa persona a una consulta psicológica. A partir de ahí si hay un consumo muy temprano se puede tratar e iniciar una terapia, en el caso que haya un consumo avanzado o que esté afectando diferentes áreas, aparece el trabajo interdisciplinario. Una vez que se detecta un caso se evalúa qué se puede hacer, cuál es el nivel de consumo, porque hay uso, abuso o una dependencia en función de eso se planifica un tratamiento y hay algunos que se pueden hacer desde aquí y otros es necesario derivarlos. Para derivar, lo que se hace es motivar a la persona al cambio, construir al paciente, la demanda, ue se dé cuenta lo que le sucede y de las posibilidades que tiene de cambiar y la repercusiones que su conducta está teniendo en los distintas áreas de su vida. Luego de este trabajo se lo deriva a instituciones dependientes de la Provincia”.
Rol de la escuela y el tratamiento de la muerte
La escuela es una institución muy importante en la formación y sostenimiento de factores protectores en los niños y adolescentes, es por ello que “desde aquí además intervengo en las escuelas cuando lo solicitan algunos directivos que, con muy buen criterio, han observado situaciones en la que se han visto limitados a intervenir y han solicitado ayuda terapéutica, preparar talleres, charlas dirigidas a los alumnos teniendo en cuenta la edad y la situación, hablar sobre adicción, violencia, muerte”, recalcó.
Un caso que tuvo que tratar hace días la licenciada del CAMM de Villa Elena, fue el pedido de la directora de la escuela Mercedes Ruiz de Arzuaga, del barrio San Carlos, ya que necesitaban ayuda por la muerte de un alumno en un accidente.
Este tipo de acontecimientos son un reto para los docentes porque no se sienten preparados para tratarlos, ya que es necesario abordar la muerte desde una perspectiva distinta a la de los adultos, considerando que los niños y adolescentes la viven de una manera particular. Si los niños reciben información sincera y abierta serán capaces de moldear una concepción de la muerte más sana y tendrán las herramientas para trabajar el duelo como un proceso menos doloroso.
“Se trabajó en base al cuento del rey león utilizando esta historia como disparador para abordar la temática de la muerte, que los niños comprendan los tres componentes principales del concepto abstracto y complejo que es la muerte, que son la irreversibilidad, la inevitabilidad, y la universalidad”, explicó la profesional.
Para finalizar contó que “los niños, como una forma de homenajear a su compañero, realizaron un trabajo denominado La Huella, consistió en la construcción de un mural, en el que quedó plasmado el nombre de Valentín con la huella de cada uno de ellos. Luego decidieron regalárselo a la mamá de él teniendo en cuenta que se acercaba la fecha de cumpleaños del niño”.