El CAMM Tabla Redonda atiende psicológicamente a 70 agresores de mujeres

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La violencia de género es una problemática que ha ido en aumento, con cifras escalofriantes sobre el número de mujeres que sufren por este delito, que aumentan año a año y que por el momento no se pueden detener a pesar de la introducción de leyes para acabar con este maltrato.

En La Banda, la licenciada Analía González, del CAMM del barrio Tabla Redonda, atiende psicológicamente a 70 victimarios que son enviados por la OMA (Oficina de Medidas alternativas dependiente del Ministerio Público Fiscal) y la OVFyM (Oficina de Protección a las víctimas de violencia familiar y la mujer).

“Cada vez que existe un caso de violencia de género, se realiza una denuncia, el juzgado se encarga de estas personas, la mayoría son detenidas y cuando son liberadas lo que se hace es derivarlas a determinados lugares, uno de ellos es al psicólogo”, explicó la profesional.

En ese contexto aclaró que son pacientes que “no quieren venir, por lo que no se los puede denominar así, están obligados por el juzgado, entonces al haber una obligación por parte de alguien, no podemos hablar específicamente de pacientes tampoco podemos hablar de hacer una psicoterapia porque ésta es para las personas que sienten la necesidad o la emergencia. Desde este punto de vista no hay necesidad ni emergencia entonces es más difícil trabajar estos casos, porque tenemos que buscar que la persona pueda resolver ciertas cuestiones y sobre todo que se pueda dar cuenta de que realmente necesita ayuda”.

Cuando se habla de violencia de género la sociedad entiende que es la ejercida contra la mujer, pero la psicóloga indicó que “hay mujeres que ejercen violencia de género, particularmente por engaños”.

Consultada sobre cómo se hace para que una persona violenta deje de serlo, González comentó que es muy difícil, “se trabaja desde el punto de vista de tratar de que este sujeto tome conciencia de la situación, que no plantee el hecho de decir ´le he pegado un parchazo nada más´, un parchazo, una piña o lo que sea ya es violencia”

“Lo primero que se hace es explicar el procedimiento. Desde el juzgado se determina, por ejemplo, dos años de terapia, pero no se puede tener ese tiempo a una persona que no quiere ir al psicólogo. Desde ahí ya empieza el trabajo porque comenzamos a observar cómo reacciona, si reniega o no, si lo hace ya podemos ver qué tipo de personalidad tiene, impulsivo, agresivo. Por otro lado hay sujetos que toman bien el hecho de empezar a venir porque se dan cuenta de que no estuvo bien lo que hicieron, de que por eso van a perder cosas, una familia, ése es el eje con el que se trabaja con el paciente, de qué se puede dar cuenta, de qué se puede hacer cargo, qué es lo que lo ha llevado a ejercer violencia contra la esposa, la madre, la novia, los hijos”, destacó.

También, hay sujetos que no se responsabilizan de nada, a esos tipos de pacientes normalmente se los deriva a un psicólogo varón, “he tenido que hacer eso varias veces, porque si hay un hombre que ejerce violencia contra una mujer ya está teniendo un problema con la figura femenina, entonces que venga a terapia con una psicóloga es más de lo mismo, se produce cierta proyección. A veces he sentido el temor porque hay pacientes que se levantan sumamente agresivos y pareciera que te van a pegar, entonces hay que derivarlos para no llegar a los límites”.

Cómo trata la Justicia los casos de violencia de género

Hoy en día las denuncias de violencia de género se han descentralizado, ya no es el juzgado del crimen el que se va a ocupar de eso, ahora hay un organismo que lo que hace es evitar que se dejen de lado o no se dé importancia a estos casos, por lo que se encarga exclusivamente de éstos. Es por ello que comenzaron a solicitar ayuda en todos los centros de salud, hospitales, upas y los CAMM, según los profesionales que tiene cada uno.

Hay pacientes derivados de OMA que son drogadictos y por esto han terminado ejerciendo violencia. Como la provincia no tiene equipos interdisciplinarios armados se trabaja por separado, el psicólogo por un lado y después se los deriva al Crease que es donde tratan el problema de la droga

“Es muy difícil que la mujer denuncie, lo hace cuando no tiene alternativa”

La licenciada Analía González destacó que “en el CAMM no he tratado víctimas de violencia de género, lo que pasó es que estuvo mucho tiempo cerrado y al igual que muchos centros de salud municipales han perdido las personas que acudían asiduamente y comenzaron a ir a los hospitales, ahora con la nueva gestión del intendente Pablo Mirolo y la directora de Salud, Roxana Figueroa, se ha normalizado el servicio”. “Estos casos se los detecta cuando alguien hace una denuncia, porque la mujer lo que hace es esconder, lo que uno tiene que trabajar es que ella piense de la siguiente manera, no es ´sólo me ha pegado un parchazo´, es ´me ha pegado y esto no tiene que quedar así´, porque de esta manera se empieza, luego está la culpa, se hace cargo la mujer ´yo tengo la culpa de que me haya pegado´ y así se va tapando, por eso si nosotros salimos a hacer trabajo de campo lo más seguro es que el vecino nos avise de que existe violencia en un hogar no la víctima, esa mujer lo va a hacer cuando las marcas sean muchas y ya no le quede otra alternativa que hacer una denuncia”

La sociedad tiene una cultura por la que las mujeres tienden a esconder estas cosas porque lo ven como vergonzoso, pero tienen que entender que nadie puede pegarles, no se debe permitir.

“Lamentablemente cuando vemos una mujer que trae a su hijo a control y a ella le vemos marcas no podemos denunciar, la única que puede hacerlo es ella, sólo lo podemos hacer si vemos golpes en el niño, lo hacemos quedar y llamamos a la policía. Con el adulto no, sólo podemos sentarlo, hablarle de la mejor manera para que sea una buena receptora y pensar que podemos movilizar algo, plantearle que la ayuda la va a encontrar aquí , simplemente tiene que pedirla”, indicó.

Por qué hoy es más visible la violencia o hay más casos de femicidos

La licenciada explicó a qué se debe este fenómeno: “Han aumentado las muertes y por sobre todo las formas, porque quemar a una mujer, el grado de agresividad que hay es alarmante. Tiene que ver más que nada con el tema de los límites, hoy en día todo es un descontrol, además del aumento de consumo de drogas, ya que ahora es muy fácil conseguirlas y cuando uno está bajo los efectos de las mismas la agresividad es mayor. Asimismo esa persona drogada ya no es coherente, sí es responsable de sus actos, pero no de la forma en que está pensando, pero sí sabe lo que está haciendo y lo que quiere lograr”.

“No se puede hacer una generalización de porque se producen, cada caso es específico, pero más que nada tiene que ver con el control de los impulsos, decir ´hasta donde voy a llegar´”, destacó.

Cifras alarmantes

“Atiendo 70 pacientes aquí, hay otros que no llegan o que vienen después de un año porque los intiman de lo contrario vuelven a estar presos. Es una constante el pasar los límites”, remarcó la profesional. De esa cantidad de golpeadores, sólo el 20% termina el tratamiento porque se da cuenta de que lo necesitaba, el resto no admite el problema y la mayoría de las veces regresan al hogar con el consentimiento de la mujer, aumentado la agresividad y llegando al femicidio.

“No se callen, no existen pequeños o grandes golpes”

Generalmente la mujer nunca denuncia en el primer golpe, lo hace cuando ve que se está poniendo más agresivo y no se está pudiendo ir, porque ahí empieza también la violencia económica, ´vos te vas y yo no te paso un peso´, eso es lo primero que se plantea , entonces la víctima se tiene que quedar.

Hay que tener en cuenta este tipo de violencia, ya que la mujer piensa “si yo me voy de mi casa quién me ampara, no me ampara nadie por eso tengo tanto miedo”, lamentablemente no existen centros en Santiago para mujeres golpeadas, algo que sería muy importante porque sabrían que tiene un lugar donde estar protegidas junto a sus hijos. Hoy no tiene más opción que quedarse, seguir recibiendo golpes hasta que esa violencia se va incrementando hasta que llega al femicidio.

“A las mujeres que son víctimas de violencia de género que no se callen que no existen pequeños o grandes golpes, son golpes y como tal hay que darle la importancia que corresponde, nadie puede golpearlas de ninguna forma ni física ni psicológicamente. La persona que nos hace sentir mal, nos hace sentir insegura, sentir menos, que no somos mujeres o que no somos buenas madres o lo que sea negativo eso es violencia psicológica y también hay que frenarla. Nadie tiene el derecho de ir en contra de nuestro equilibrio físico ni emocional así que hay que denunciar, no hay que tener miedo y si tienen un CAMM cerca de la casa siempre van a encontrar ayuda solamente hay que acercarse, porque cuánto más miedo tienen más violento se vuelve el agresor”, concluyó la especialista.

Por cualquier consulta pueden dirigirse los lunes, jueves y viernes, de 8 a 10, al CAMM de Tabla Redonda de la ciudad de La Banda.

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